Una de la circunstancias
importantes en la caza de la perdiz con reclamo en las que nunca acabamos de ponernos de
acuerdo es el tapado o recubierto de las jaulas una vez situadas en el tanto o repostero. De
esta manera, el poco es suficiente para algunos y el mucho es demasiado para
otros. Por tanto, no es fácil dar con el término medio, pues cada pajaritero
tiene su idea ajustada a los que le han enseñado o ha visto y,
consecuentemente, es bastante complicado que cambie de opinión.
Lo que está claro, con más
o menos diferencia es que la jaula, cuando la colocamos en la mata debe estar
lo más camuflada posible, sin olvidar un pintado mate o oxidadas sin pintar, para que las camperas, si entran en plaza, no vean la
atalaya que hemos levantado o adecuado más la correspondiente jaula, como un
postizo y desconfíen de dicho conjunto. Obviamente, no es lo mismo un tanto o
pulpitillo aprovechando la vegetación del lugar que un artefacto metálico
colocado, incluso, a veces, en un descampado de vegetación pues, aunque cuando
nuestras perdices están en su sazón casi no sospechan de nada, lo normal es que,
en situaciones normales, las montesinas que conocen perfectamente el entorno,
pues por él transitan día a día, desconfíen de cualquier cambio que se produzca
en la conformación del lugar. Por tanto, mientras más disimulado preparemos el
matojo o arbolillo menos recelarán las patirrojas, si tenemos la suerte, de que
se acerquen al tiradero.
Pero, además, una cosa es
camuflar el postizo metálico entre la vegetación del lugar y otra, como se
puede apreciar en multitud de videos, es colocarlo cual pincho para la caza de
fringílidos al paso. Es decir, el artilugio correspondiente de repostero, tres
ramitas e, incluso, ninguna y colocarlo en medio de un limpio.
Aunque todas las formas de
colocar a nuestros reclamo es su atalaya son respetables, pues entraríamos en
el tema de usos y costumbres lugareñas y de tradición familiar, en mi humilde
opinión, creo -y así lo hago- que la jaula debe estar tapada por algo de
vegetación y si es de la misma mata o arbusto del lugar, mejor que mejor. El que esté muy revestida por detrás, o lo contrario, son circunstancias que cada
cuquillero las entiende y maneja a su forma, pero lo esencial, el recubrimiento
de la jaula en su base, pienso y opino que se debe hacer sí o sí, pero no con
mucha altura, para que las patirrojas vean al de la jaula, el reclamo a las camperas y, lo que también es muy importante, que el cuquillero pueda observar perfectamente lo que va ocurriendo en el lance entre los contendientes. Luego,
si el repostero es metálico, que en los tiempos que corren es lo más normal, éste no
debe verse en demasía para que las perdices no desconfíen del mismo y, mucho
menos, si tiene brillo.
Imagen de lo que yo entiendo que no debe ser: jaula descubierta
Además, tengo que decir
que no he tratado el tema de los pulpitillos de piedra porque, al haber dado el
puesto muy pocas veces en ellos, no tengo elementos de juicio suficiente. Eso
sí, al igual que los de vegetación la jaula debe estar bien anclada y tapada en
su base.
Para finalizar,
puntualizar que sea cual sea la atalaya donde esté colocado nuestro reclamo,
éste debe estar bien sujeto a la misma por cualquier tipo de material, sea goma, cuerda/guita, cuero… Con ello, evitaremos
sorpresas desagradables que, a veces, suelen ocurrir, como pueden ser las caídas
del reclamo al asustarse por cualquier motivo y dar saltos, la desestabilización
de las jaulas debido vientos fuertes, el apresamiento de las jaulas por rapaces
u otras alimañas…
ResponderEliminarB días.
Un aficionado de pro me hace llegar, como otras veces, un comentario porque él no está metido en le mundo de la informática bloguera….
…”Me parece muy adecuado el tema que tratas. Además, lo haces de forma comprensible y desde todos los puntos de vistas. Luego, como bien dices, cada uno lo hará de acuerdo a su experiencia, siendo esencial conseguir que sea una pieza más de la Naturaleza. Ese objetivo pedagógico es el que creo que quiere conseguir para tu rincón. Y se nota tu labor desarrollada a lo largo de tantos años..."
Saludos y gracias.
Miguel Bulnes Cercas.
Con tanto pincho, púlpito y pulpitillo parece que vamos olvidando por el camino ese accesorio con forma de _?_ que muchas jaulas tienen en su cúpula que no es otro que un GANCHO y que no solamente se utiliza como asidero para el trasiego cotidiano sino para recordarnos aquello de COLGAR el pájaro y máxime cuando tratamos el tema de la CUELGA o el colgadero.
ResponderEliminarEfectivamente. Cuelga procede del verbo colgar, en este caso el pájaro o reclamo, pero no todo el mundo cuelga la jaula, ni incluso en donde siempre ha sido santo y seña: nuestros olivares andaluces.
ResponderEliminarLo que pasa es que no en todos los lugares hay olivares, incluso arboleda. Y en ellos, sin un árbol, ya no es colgar, sino como dices: pulpitear o pinchear. Aun así, aunque sea en olivares, naranjales, almendrales, pinares, coscojales…, sigo pensando que la jaula hay que taparla, para que no desentone con la vegetación donde se da el puesto, bien esté colgada o atalayada en un pincho o repostero natural.
Saludos.