miércoles, 28 de abril de 2021

NO SE PUEDE AFIRMAR QUE LA VIDA ÚTIL DE UN RECLAMO DE GRANJA SEA MÁS CORTA QUE LA DEL DE PROCEDENCIA SALVAJE

 

Hoy traigo al blog este interesante artículo de un profesional curtido en mil batallas como Asesor  técnico y profesional en Patología, manejo y alimentación aviar y conocedor, como pocos, de los entresijos de la cría de la perdiz en cautividad. Sobre ello, tengo que decir que Benito Parro ya participó en la primera experiencia de cría de nuestra perdiz roja en cautividad, en Quintos de Mora (Toledo), hace ya unos buenos años. Por tanto, sobre el mundo de la perdiz está capacitado para dar su opinión profesional que es la que viene a continuación, aunque como él dice, de cada párrafo se puede hablar largo y tendido.


ooo  O  ooo

 

 Las perdices criadas en cautividad en un noventa por ciento de los casos perciben un grado de energía y horas luz, a veces, de forma prolongada y excesiva, con lo que se pretende que los animales adquieran peso y transformación en menos tiempo, consiguiendo que se desarrollen de forma prematura y anticipada, al verse alterado su sistema orgánico y sensorial, motivo por el cual a la hora de afrontar de forma precoz tareas de celo y reproducción, obligamos a través  de la alimentación y exposición a la luz solar -dentro de un habitáculo muy reducido de movilidad- asuma tareas que no debería asumir hasta haber alcanzado otra edad y dentro de un espacio mucho más amplio, donde quemar parte de la grasa y energía adquiridas de forma precoz  en los momentos críticos de su crianza y desarrollo.  No cabe duda que si hacemos un mal manejo del animal en la fase de crecimiento estamos limitando la vida del animal de forma considerable.

 

Según lo ya expuesto, los años de vida de los pájaros de granja depende de tres factores básicos: genética, manejo y alimentación.

 

Genética: debemos adquirir, independientemente de la explotación cinegética donde compremos, ejemplares lo más puros posibles.

 

Manejo: hacer que crezcan de la forma más natural posible, sin luz eléctrica de por medio, y empleando tres metros cuadrados de suelo por animal para su total desarrollo.

 

Alimentación: la más apropiada según la edad de los animales, inculcándoles a ingerir cereales de calidad en grano a partir de los cuarenta días de edad, yendo en plan progresivo hasta alcanzar el sesenta por ciento de dichos cereales en un plazo de tiempo de cuarenta/cuarenta y cinco días más de vida. Por consiguiente, se debe mantener el pienso en una proporción del cuarenta por ciento de la ración diaria y que el contenido en proteínas, vitaminas y minerales sea lo más correcto posible, vigilando el nivel de aminoácidos que nos aporte el pienso junto a los correctores con los que se equilibra la ración.

 

Para finalizar, solo me queda decir que cuando dispongamos de un pájaro que se haya criado en las condiciones ya descritas y que su genética sea la mencionada, seguro que no difiere en nada en lo relativo a los años de vida de vida útil a la que posee un ejemplar salvaje. Lo que pasa es que en la gran mayoría de las explotaciones cinegéticas, las perdices que salen de la misma van destinados en un altísimo porcentaje -más del noventa y cinco por ciento- a sueltas para ojeos y repoblaciones, no para reclamo. De esta manera, lo que interesa es que los ejemplares, en poco tiempo, adquieran la madurez física-externa para dichos cometidos, lo que significa que, al forzar muchos parámetros que intervienen en su crecimiento, se debilita en el tiempo su vida o cumplen a malas penas con su cometido como reclamo.

 

                                Benito Parro Quintanero

 


4 comentarios:

  1. Muy interesante el articulo y mas viniendo de un gran profesional como es nuestro amigo Benito.

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    1. Hola a todos.
      Muy buen artículo el que nos a regalado el compañero Benito Parro.
      Creo que este compañero sabe bastante de cómo hay que alimentar y criar a nuestras perdices.
      Yo no puedo debatir este tipo de comentarios ya que de esto no entiendo mucho, pero si puedo comentar algo de cómo cuido a mis reclamos.
      Para empezar os diré que llevo años que solo les hecho pienso compuesto, y después de probar varias marcas como Nanta, Ortin entre otras, me he quedado con Celedonio Montilla, para mi y para mis reclamos el mejor de todos.
      Antes también les daba mixtura que yo les preparaba, pero la mayoría de ellos desperdiciaban buscando solo lo que les gustaba, por eso tomé la decisión de darles solo pienso.
      También comentar que el mejor de mis reclamos es de granja, tiene 9 años y cada año que le pasa va mejorando.
      Con esto no pretendo ni quiero contradecir nada de lo que nos dice nuestro compañero Benito Parro.
      Diego Rama

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  2. Ante todo, agradezco al amigo Benito Parro su colaboración con el blog con este artículo, en donde, en pocas líneas, expone su experiencia de muchísimos años, como veterinario -como todos conocemos su trabajo- y experto en la cría de la perdiz roja en cautividad.

    Aunque yo lo tengo claro, más lo deja él: las perdices, de granja o salvaje, si las trayectorias de sus día a día son correctas, no tienen por qué ser diferente a la hora de su vida como reclamo. Qué los de campo duran más como pájaros de jaula que los de granja no se debería decir con rotundidad o, al menos, yo pienso que no es así, pues mi experiencia como aficionado me dice que los reclamos de granja pueden durar muchos años como tales. Otra cosa es que, como dice Benito, al no estar como objetivo fundamental de las explotaciones cinegéticas el PÁJARO DE JAULA, sino la repoblación o sueltas para otros tipos de caza, los condicionantes de su crecimientos no sean los idóneos para conseguir ejemplares para reclamos, aunque eso no significa que pueda salir quien dé la talla para un cometido que no es el suyo.

    Eso sí, no se olvide que ha habido, hay y habrá reclamos de granja bastante longevos. De hecho, diez, once, doce… años no es una burrada para este tipo de ejemplares. Mi Chimenea duró once años y, en la actualidad, forma parte de mi jaulero Ronquillo que cazará la temporada próxima su sexto celo.

    Saludos.

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  3. Muy buenas tardes.

    Miguel Bulnes me hace llegar este comentario al artículo de Benito Parro para su publicación.

    “Estupendo el artículo de ayer porque creo que arroja mucha luz entre tanta tiniebla. Además, en mi opinión debería ser leído por todo aficionado y, de ser así, llegarían un montón de conclusiones.

    Obviamente, como dice Benito, el objetivo de al menos el 95% es adulterar el crecimiento de nuestras perdices con técnicas artificiales y de ahí vienen muchos de los posteriores problemas”.

    Saludos

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