jueves, 7 de octubre de 2021

CENICIENTO

 Nuestra vida no es agradable para nadie y  todos, en un momento determinado, transitamos por momentos muy difíciles, pero no podemos estar hundidos eternamente si queremos echar una mano a quien lo necesita. Por ello, la mejor  forma de ayudar es hacer ver que  el día a día sigue, como así es.

000 O000

Han llegado las primeras aguas y ya estamos lanzados en busca de savia nueva para nuestros jauleros, circunstancia que se repite año tras año. Ahora bien, lo difícil es acertar con lo que adquirimos, aunque todos somos conscientes de que el noventa y tanto por ciento de lo que llega a nuestras manos no es lo que deseamos y, más pronto que tarde, nos lo quitaremos de encima. Eso sí, debemos tener claro o, al menos, yo así lo pienso, que no por pagar más por un pollo, se va a tener más éxito, aunque la selección también lleva sus gastos y trabajo.



                                                             Dos imágenes de Ferias del Reclamo.
  

-Fulanito, Menganito o Zutanito (omito nombres reales para no dejarme ninguno  atrás), quiero que me busques un pollo que tenga buena pinta, que sea tranquilo y que posea una aceptable música, -le requirió un aficionado cuquillero.


   Dicha petición, la solemos hacer cada vez que hablamos con uno de los muchos criadores de perdices de nuestra geografía. De esta forma, todo el que vende pájaros de jaula sabe de qué va el tema, puesto que, cualquier pajaritero cuando busca un novel para el futuro, lo que desea es que tenga, más o menos, las cualidades anteriormente reseñadas en el primer párrafo. Sin embargo, la gran mayoría de las veces, aunque lo que nos llevemos para casa de cualquier granja de las muchas que hay en nuestra querida Andalucía o el resto de España, cumpla con lo solicitado, el resultado posterior no es el esperado. Y no lo es, porque nuestra afición siempre se guarda la magia y grandeza que la han hecho ser una maravillosa caja de sorpresas durante miles de años: el buen reclamo no se busca, se encuentra cuando menos lo esperamos. Puede ser que un día, busca que te busca, demos con un pájaro puntero o de bandera, pero la experiencia y los años de cuquillero deben sugerirnos que, en una gran mayoría de los casos, lo que siempre hemos perseguido con ahínco y tesón está “camuflado” en nuestro jaulero o en cualquier expositor de una determinada granja que muestra sus ejemplares en una puntual feria del reclamo. Por ello, un buen día, nos llevamos las manos a la cabeza al contemplar totalmente atónitos, estupefactos y casi sin creérnoslos las increíbles cualidades y recursos que atesora aquel pollanco, incluso, puede ser, que con no muy buena estampa física y puede que con pinta de hembra.

 

  Consecuentemente, y para resaltar el comienzo de este artículo de opinión, quiero puntualizar que después de asistir a muchas ferias y eventos cinegéticos, he comprobado que todos aquellos pollos del año e, incluso, de dos o tres celos y que el dueño de la granja o cualquier tipo de comercial tiene enjaulados porque, según él, tienen unas muy buenas condiciones, mansedumbre y buen repertorio musical y que, por tal motivo, se venden más caros que el resto de ejemplares -treinta, cincuenta, cien…€-, al final no son lo que pensamos y hemos observado in situ. Puede que, incluso, alguno de ellos tenga las cualidades que se ofertan y solicitamos, pero cuando llega la hora de la verdad, el momento en que se vea sólo en el campo y en la mata, no dará la talla y nos acordemos de los buenos euros que hemos tirado a la basura, aunque en esto del reclamo la mayoría de las veces el dinero tiene poco valor y nos gastamos lo que no tenemos para otras cosas más perentorias.

 En esta línea, podría contar algunas anécdotas íntimamente relacionadas con lo anteriormente expuesto, pero como todos conocemos más de una, prefiero decir que la vida cuquillera nos ha recordado más de una vez que no hace falta ser una “pintura” para que un pollo se transforme en el futuro en un reclamo puntero. Qué, si bien La Cenicienta es un cuento de hadas o de niños, Los Cenicientos existen, aunque ello no signifique que todos los pollos desgarbados y con poca gracia vayan a ser futuros fenómenos, pero que desecharlos a las primeras de cambio, por no tener tirón y, menos, buena presencia, es un auténtico desatino. Así, sólo decir que El de Manué y El Elegido son dos claros ejemplos de lo anteriormente reseñado. El primero: bravote, bronco y bastante poco agraciado en su aspecto físico, fue en su día un gran reclamo, puesto que por el consejo de un amigo que le gustaba mucho, no lo solté, aunque estaba decidido a ello. El segundo, todo lo contrario: escogido entre muchos de una muy afamada granja andaluza, noble, esbelto, manso…, no pasó, desde el principio, hasta que le di largas, de ser un auténtico mochuelo con muy buena música en la alcayata. Seis u ocho puestos sin abrir el pico -en uno de ellos cantándole una hembra casi encima- durante dos temporadas fueron sus “méritos”, aparte de haber pagado por él unos buenos dineros.

   Ahora bien, también tengo que decir, porque es de justicia, que la belleza, la nobleza y la hermosura con la que soñamos los aficionados cuquilleros no están reñidas con la calidad. De hecho, muchos de los grandes reclamos que hemos tenido, conocido de amigos y familiares o escuchado hablar de ellos han sido, algo así, como la obra maestra del mejor pintor; es decir, auténticas preciosidades, pero lo contrario también. Así pues, el patito feo de nuestra gallera no nos lo quitemos de encima de un plumazo. Démosle oportunidades, puesto que, en ocasiones, estos últimos nos hacen ver lo torpes que somos los humanos. Solo debe existir, según mi propio criterio dos cualidades por la que no debemos tragar: el cante “picado” o falto de calidad como resultado de hibridaciones anteriores y una bravura exacerbada. Todo lo demás debemos pasarlo por alto, al menos, durante un tiempo.

 

    Al hilo de todo lo expuesto, referiré que, cada vez que he asistido a una Feria del Reclamo, he podido constatar, puesto que me gusta estar pendiente de todos los pequeños detalles que, prácticamente, nadie se fija en las cualidades de los pájaros con menos apariencia que suele haber en los expositores o jaulones para su venta como reclamos, sino en los más hermosos y con mejor pinta. Así, puestos a suponer e imaginar, seguro que los pollos menos agraciados, aunque solo fueran unos cuantos, porque únicamente se exhiben los que los aficionados demandan, lo deben pasar mal viendo que ni le echamos cuenta. Incluso, puestos a soñar, se preguntarán más de una vez: y a los feos, ¿nadie nos quiere? Y lo peor del caso es que, posiblemente, alguno de ellos atesore o lleve dentro, aunque no lo demuestre, lo que vamos  buscando.     


      Para finalizar esta entrada, quiero hacer una reflexión exponiendo un tema taurino, para qué quien la lea saque sus propias conclusiones:¿No escogen las ganaderías de reses bravas lo mejorcito que crían y lo envían a las plazas de primerísimo nivel para que ofrezcan una gran tarde? ¿Se cumplen luego las expectativas, o por el contrario,  los ejemplares que salen al ruedo no  dan el mínimo juego?                             

7 comentarios:

  1. Como sigo sin saber contestar a través de blog, te digo que tan acertado como siempre. CALENTANDO MOTORES.

    M Somoza. Huelva

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. De acuerdo con tu conmentario. De donde menos esperas sale el fenomeno. Ya empezamos con el trasiego de encontrar un buen pajaro. Acabo de recoger dos pajaros uno de tres celos y otro de chatro preciosos y sin cazar veremos el resultado que dan.

    Saludos tocayo.

    José A. Montabán

    ResponderEliminar
  3. Muy buenas.

    Gracias a ambos por participar con vuestros comentarios, vía Wassap.

    Sobre el tema del artículo, recalcar que la elección nunca es fácil, pues lo que creemos, normalmente, suele ser mochuelo y lo que ni miramos para ellos puede dar la campanada, sabiendo que nada es matemático, excepto la ilusión que ponemos cada vez que llega algún novel a casa.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Vamos a ver.

    Aun con muchos errores en mis escritos, pues ni soy ni me considero infalible, sí trato de exponer lo que pienso sobre un tema, aun pudiendo estar equivocado e, incluso, pudiendo arrastrar a otros con lo que digo, aunque suelo ser lo más escrupuloso posible para evitar eso.

    Ahora bien, el escrito está dirigido al pájaro criado en cautividad, pues pensar del salvaje en ferias, expositores o en casas particulares en cantidad es imposible, pero bien pudiera servir para ellos. El que haya aspirantes a reclamos que no tienen la vitola de figuras, pero que luego pueden llegar a serlo es un una circunstancia que suele ocurrir y, de hecho, siempre ha ocurrido. Y el que diga que lo tiene claro en cuanto ve un pájaro, pues creo que está equivocado.

    Belleza, formas, canto, maneras… no son sinónimos de garantía, tanto granja, criados en casa o campo. La única verdad es tener la suerte de dar con un pájaro que luego dé la talla cuando llegue el momento.

    En cuanto a la picaresca, ahí está nuestra literatura para saber que en nuestro país siempre ha existido.

    Como punto final reafirmarme en que los Cenicientos existen, incluso de los de campo, aunque los omitiera en el artículo. El de Manué fue en su día un ejemplos de ellos.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Amigo J.A. Tengo que decir que estoy de acuerdo contigo, prácticamente en todo lo que explicas en este artículo.
    Con respecto a pagar más o menos por un pollo, yo tengo un gran amigo, que es dueño de una granja, y a su vez vende por las ferias, y siempre dice. Son todos iguales, vienen del mismo sitio, solo que a unos los he escuchado y visto su comportamiento, y a los más baratos no me ha dado tiempo, pero el que buscas puede estar lo mismo entre los de 50€, que entre los de 20€.

    Ahora os voy a contar lo que me paso el año pasado.
    En nuestra sociedad se hacen repoblaciones, y los dueños de las granjas que nos sirven las perdices, casi siempre tienen un detalle y llevan algunos machos a parte para los que hacen la repoblación. En este caso eran de la granja “SAN Marcos, Almería”.
    Bueno resumiendo, los compañeros fueron metiendo la mano en la caja y llevándose cada uno un pollo, yo no quise coger, porque ya tenía suficientes en mi jaulero, entonces cogí la caja con dos pollos que sobraban y fui a soltarlos al campo con los demás, saqué el primero y lo solté, pero al coger el segundo, el pollo empezó a soltar píos y a pegarme picotazos, entonces me acordé de lo que me dijo una vez otro gran amigo, TOMAS GOMEZ.
    Cuando cojas un pájaro y se pie varias veces, guárdalo, es raro el que falle.
    Bueno pues eso hice, y ahí sigo teniendo a “CARUSO”, de pollito tengo que reconocer que abuse un poco de él, porque me encantaba como trabajaba. Tengo que decir a su favor, que de las muchas veces que salió de puesto, solo hubo un puesto en el que no metió las perdices en plaza.
    Con esto no quiero decir que sea o valla a ser un fenómeno, pero si, que promete bastante.

    CARUSO venía para repoblar!!

    DIEGO RAMA!!

    ResponderEliminar
  7. Está claro, Diego Rama, que en los eventos feriales todos los pájaros que llevan los distintos profesionales del ramo son “hermanos” criados en el mismo lugar y con el mismo traro de todo tipo. Por tanto, 20, 30, 50, 100, 150…. € es lo mismo, independientemente de lo que el criador le haya visto a alguno de ellos y lo lleve ya enjaulado, incluyendo los de 6 ó 7 € que se destinan a repoblación de cotos.

    Mi opinión ya ha quedado expuesta, por esos dineros lo que nos llevamos es un pollo y lo que buscamos es que haya suerte y demos con un buen pajarete, pues lo que le vemos en un primer momento es simplemente la “fachada”. Si lo que buscamos es algo más, ya hablamos d un tema distinto.

    Además, al igual que tú, mi "Chimenea", lo mejor que ha pasado por mis manos, iba para suelta en una finca onubense y tuve la suerte de toparme con él.

    Por tanto, para terminar, solo recalcar que cuando adquirimos un novel en ferias o establecimientos del ramo lo que nos llevamos para casa es solo un ejemplar que nos gusta -por las diferentes características que presenta- y que puede tener, solo eso TENER, futuro en el campo que es quien valora la calidad de los reclamos.

    Saludos y felicidades para todos los aficionados en este día. Nuestra FIESTA NACIONAL

    ResponderEliminar