Imagen de dos esterillas. Una de cáñamo (izqda) y otra de esparto
Entre los muchos
enseres o pertrechos relacionados con la caza de la perdiz con reclamo, se encuentra
uno de ellos conocido con el nombre de esterilla, esterillo, suelecillo, zalea, capacho, baleo, alfombrilla, pealillo…, según el lugar de la geografía española
donde nos movamos. Pues bien, la esterilla -nombre que yo utilizo para
nombrarla-, no todo el mundo está a favor de su utilización, puesto que, como se
puede ver en numerosos vídeos, leer en diferentes artículos y tratados sobre
esta modalidad cinegética o escuchar a aficionados, unas veces se usa y otras
no. Por tanto, hay quien piensa que es conveniente que las jaulas la lleven
cuando se sale a dar el puesto y, por el contario, hay quien piensa que es mejor no utilizarlas.
Por consiguiente, este círculo de esparto,
cáñamo, pita, palma, moqueta… que los que están a favor como yo ponen en el interior
de sus jaulas, sobre el suelo de las mismas, cuando van a cazar el reclamo, no
siempre es santo de devoción de los aficionados, incluso se puede hablar de
zonas en donde por tradición no se utilizan, simplemente, porque nunca se ha
hecho, como un día me comentaba un buen amigo mallorquín.
Sin embargo,
el que suscribe piensa que es importante su utilización por varias razones,
tales como las que a continuación enumero:
1.- El reclamo está más cómodo cuando lo
llevamos a la espalda o en la mano, camino del puesto.
2.- A la hora de recibir al campo, puede
moverse con más libertad y seguridad dentro de la jaula.
3.- Con ella se pueden evitar los impactos en
el reclamo de plomos rebotados o trozos de piedra como resultado de los tiros.
4.- Con ella se pueden evitar fracturas en las
patas, si el reclamo en un movimiento cuela dicha extremidad por medio del
cordaje del fondo de la jaula.
5.- Al igual que la funda, da oscuridad al
reclamo, con lo que al ponerlo en el tanto será más fácil que cante en cuanto
se le quite la sayuela, siempre que hablemos de un reclamo que haga las cosas
bien.
6.- Durante el traslado del reclamo, tanto al
ponerlo en el suelo de la casa como en el coche, habrá que recoger menos
deyecciones.
Pues bien, por las particularidades reseñadas y
algunas más que se podrían añadir, creo que la esterilla es beneficiosa usarla
cuando salimos al campo o trasladamos a nuestros reclamos de un lugar a otro,
al igual que la usaron mis ascendientes y maestros en esto del reclamo. Por supuesto, como no podía
ser de otra forma, hay que aceptar teorías contrarias a la que expongo en este artículo
y que fundamentan que es mejor no usarlas o, que, por tradición, no se
usan en un determinado lugar.
Eso sí, si decidimos o estamos a favor de contar con ellas, solo debemos emplearlas, única y exclusivamente, durante el periodo de
tiempo que transcurra desde que le pongamos la funda al reclamo, el que esté en
el repostero y la vuelta, una vez concluido el mismo. Más tiempo, no, puesto que, si no lo hacemos
así, las esterillas se llenarán de deyecciones y nuestros reclamos se pondrían
las patas hechas una porquería, con lo que ello supone. De hecho, he conocido
aficionados que las llevan puestas al campo y se las quitan cuando vuelven a
casa e, incluso, se las dejan días y días, con lo que terminan para tirarlas a
la basura.
Para finalizar, decir que son fáciles de conseguir
en el mercado -la calidad ya es otro tema, a día de hoy- o hacerlas
personalmente, cosa no muy complicada para quien sea un poco manitas, circunstancia que se da bastante entre los aficionados al reclamo.
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Es curioso, José Antonio, pero fíjate que yo, que he hecho cientos de ellas, no las utilizo. Empecé a utilizarlas hace muchos años, luego ya dejé de hacerlo y hasta ahora. Y cosa curiosa, siempre llevo dos en el morral donde llevo los distintos enseres del Reclamo. Eso sí, siempre de esparto.
ResponderEliminarB noches
ResponderEliminarMiguel Bulnes me hace legar este comentario al uso de la esterilla, zaleílla, saleílla, baleo, alfombrilla…
“Como bien justificas, su uso y con razones evidentes, también se pueden argumentar tantas o más en su contra. Nosotros no la usamos por la higiene. Quizá, también por comodidad para nosotros y para el reclamo.
En todo caso, creo que es una cuestión de costumbre y tanto si la utilizas, como si no, el pájaro no se resentirá en su comportamiento. Al menos eso nos dice nuestra experiencia.
Saludos.”
Gracias a los dos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarYo, como se deprende del artículo, sí la utilizo, bien por tradición familiar y local o por que he llegado a la conclusión de que es mejor que no utilizarla.
Por supuesto, entiendo y respeto lo contrario, pero para mí la "saleilla" es un pertrecho que no debe faltar.
Saludos.
De toda la vida.Las tengo de una goma flexibe que doblan muy bien.Despúes del puesto mangerazo al canto y quedan desinfectadas. Mis pájaros nunca han salido ni saldrán al campo sin su suelecillo puesto.
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