La imagen superior pertenece a mi reclamo Chimenea, de una granja ubicada en la localidad granadina del mismo nombre y, escribo este artículo, porque, ayer, en uno de los foros de internet, un compañero, en su respetable derecho que le asiste como usuario del mismo, hablaba en contra de los pájaros de granja y defendiendo la perdiz roja española, a la cual, creo que todo el que se sienta cuquillero, también defiende y respeta, pero, como he expuesto en este blog y en diferente foros -en los que participo cada día menos para evitar historias raras y desencuentros-, la perdiz de granja está ahí, nos guste o no. Es más, por mucho que nos afanemos en conservar a muestra reina de los bosques -cosa que debemos hacer sin dudarlo-, si los alrededores de una finca son de "otras manos", antes o después, la hibridación es inevitable y, desgraciadamente, contra eso no se puede luchar.
No voy a repetir lo que ya he plasmado varias veces, simplemente, creo que debemos ser respetuosos con los que por un motivo u otro, no pueden acceder a tener en el tanto y en la plaza, perdiz roja española. Afortunadamente, hay muchos jauleros de los pies a la cabeza que son más que felices con sus pájaros de granja, ya que si no fuera así, posiblemente, no pudieran desarrollar una actividad cinegética a la que adoran.
En cuanto a las diferencias entre ejemplares de una y otra procedencia, existen y nadie las discute y, como todos/as sabemos, se han gastado montones de tintas en ello, pero, como dije antes, ahí están. Ni mejores ni perores, simplemente diferentes.
Obviamente, me estoy refiriendo al reclamo y a algunas repoblaciones que se hacen con seriedad. Soltar por soltar es otro tema.
Para acabar, tengo que decir que, mi reclamo Chimenea, hoy día, puede competir con los mejores reclamos de procedencia salvaje. Y lo digo con todos los fundamentos que me dan los sesenta y algo de años que tengo. He tenido pocos pájaros de bandera -del montón algunos más-, quizás uno y, posiblemente, dos. Pues bien, Chimenea no tiene que envidiarle nada a el de Manué y a D. Benito, mis dos grandes reclamos.
Por supuesto no escribo estas líneas para presumir ni alardear de un buen reclamo, simplemente, lo hago para dejar bien claro que, de algunas granjas, salen grandes reclamos y que, quien tiene en su jaulero a algunos de ellos, merece todo el respeto del mundo.
¿Qué duran poco? El tiempo es el único juez en cada caso...
PD. Este artículo esta abierto a cuantas intervenciones y comentarios se quieran hacer. Es más, es bueno que se aporten opiniones diferentes porque en la diversidad está la riqueza, siempre que aceptemos que no todo el mundo opina de la misma forma, y que, tan válida es una opinión como otra, si defiende su postura sin ningunear ni menospreciar a las de los demás.